Edición de 2012. Consulta el documento original en inglés.
Uno de los objetivos más importantes de PRO SILVA es la preservación y el desarrollo de todos los valores del bosque, incluyendo su valor social y su valor intrínseco. Una parte importante de este valor es el espectro completo de formas de vida y organismos del ecosistema forestal.
Estos diversos organismos y formas de vida están asociados a las diferentes fases de desarrollo y sucesión del bosque, incluyendo la fase terminal o de maduración y la fase de desintegración o de senescencia, los claros, las aguas estancadas y corrientes, entre otras. La totalidad de los organismos que viven en un cierto ecosistema forestal refleja su biodiversidad específica, formando parte de un espectro más amplio de biodiversidad global.
La biodiversidad incluye especies de plantas y animales tanto de orden superior como primitivas, independientemente de si tienen valor comercial o utilidad social.
La preservación de la diversidad de especies como parte de la biodiversidad global se considera una función primordial del bosque. Esto es así independientemente de cualquier vínculo reconocible con las necesidades humanas.
Una biodiversidad lo más rica posible implica la existencia y ocupación de todo tipo de nichos ecológicos. Esta es la mejor manera de prevenir el establecimiento de especies exóticas invasoras.
La preservación de la diversidad de especies tiene, además de su valor intrínseco, una notable relevancia para el uso del ecosistema forestal por parte de la sociedad. Además del uso tradicional de la madera y muchos otros productos forestales, se deben considerar los productos potenciales (servicios ecosistémicos) que podrían tener valor comercial en el futuro.
Asimismo, es importante señalar que la preservación de la biodiversidad implica de forma general una reducción de los riesgos ecológicos y económicos.
Opciones de Gestión
Las personas profesionales de la gestión forestal pueden emplear los siguientes enfoques para preservar y favorecer la biodiversidad natural:
- Uso de especies arbóreas autóctonas: ya que numerosas especies animales y vegetales se asocian con estos hábitats arbóreos autóctonos en su desarrollo coevolutivo;
- Mejora de la diversidad en la estructura forestal mediante la regeneración, el cuidado y la explotación forestal para crear hábitats adecuados en el espacio y el tiempo;
- Permitir la presencia de árboles muertos en pie y caídos, árboles huecos, arboledas antiguas, etc., en cantidades y distribución suficientes;
- Protección de biotopos especiales en el bosque (humedales, afloramientos rocosos, dunas, etc.);
- Regulación de densidades de fauna insosteniblemente altas, en particular, poblaciones de herbívoros que sobrepastorean el bosque en extensas áreas.
- Reintroducción de depredadores extintos.
Estrategias
La silvicultura según los principios PRO SILVA está al servicio de la biodiversidad en general y de la diversidad de especies en particular.
Junto con la planificación económica, la preservación y el mantenimiento de la biodiversidad en el bosque deben ser un elemento integral de los objetivos forestales. La conservación de la biodiversidad debe incluirse y facilitarse en la planificación de la gestión a medio plazo.